Compartir la vida
Seguramente alguna vez has escuchado "es el
grupo misionero" "se van a misionar" "están de misión"
y te preguntaste que será eso. La misión nace del deseo de compartir la vida con
personas de otro lugar durante algunos días. Es ser instrumentos de Dios para
que Él se muestre entre nosotros. Ser misionero es una vocación. Y te puedo
asegurar que es una experiencia maravillosa: significa dar de uno mismo para
con otros, compartir su realidad, su cotidianeidad, la vida misma. Y este
compartir es muy enriquecedor para ambos: los misionados y los misioneros, hay
un ida y vuelta en gestos, palabras, abrazos, rezos. El corazón se llena de
paz, alegría, serenidad, el corazón se llena de Dios. Y aunque muchas veces se
piensa en todo lo que uno puede llevar, es más la cosecha que cada misionero
hace que no hay palabras para describirlo. ¿Te interesa vivir esta experiencia?
¿Te animás?
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